La finalidad más conocida del aire acondicionado del auto es ajustar la temperatura interior del vehículo para conseguir mantener un ambiente agradable y cómodo durante la conducción para el conductor y sus acompañantes. Además, y no menos importante, su uso correcto tiene una relación directa con la seguridad vial. Un conductor que vaya en su vehículo a 35 °C reaccionará un 20% más lentamente que otro que lleve el coche a 25 °C. Puede parecer poco, pero es más o menos el mismo efecto que produce circular con una tasa de alcohol en sangre de 0,5 gr/l. La temperatura ideal en el habitáculo para reducir al máximo el tiempo de reacción es de 21,5 °C.
El rendimiento del aire acondicionado puede verse afectado por diversos factores, como la temperatura exterior, la humedad, el tamaño del vehículo y la cantidad de pasajeros y, algunos de sus problemas más comunes son la falta de refrigeración, los malos olores y los ruidos extraños. Entre sus causas se encuentran la falta de refrigerante, los filtros de aire sucios y las fugas en el sistema.
Consejos fundamentales para el uso del aire acondicionado:
- Hacerlo funcionar con frecuencia: Es importante encenderlo de forma periódica, incluso en invierno. Esto ayuda a mantener los conductos y libera el polvo acumulado.
- Ventilar el auto antes de encenderlo: Al entrar al vehículo, se recomienda bajar las ventanillas. Posteriormente, se debe poner en marcha el motor para sacar el aire caliente que se acumuló en el interior. Luego, subir las ventanillas y recién ahí encender el aire.
- Limpiar los filtros: es uno de los elementos centrales del sistema, ya que es el encargado de purificar el aire en el interior, atrapando todas las impurezas y, por lo tanto, es fundamental limpiar y cambiar regularmente.
- Revisar el nivel del refrigerante: comprobarlo una vez al año ya que, si es demasiado bajo, puede afectar la eficacia del sistema.
- Revisar las mangueras y conexiones: tanto las mangueras como las conexiones del sistema del aire, pueden desgastarse con el tiempo, con lo cual es necesario revisarlas periódicamente.
- Usarlo con cuidado: es recomendable usarlo a una temperatura no tan fría pero constante que prenderlo y apagarlo a cada rato.
- Llevar el vehículo a un taller especializado: es importante que un experto lo revise de forma regular.
